Rotavapor® R-80 - Tecnología a medida

Herramientas tradicionales

Los rotavapores han sido un elemento básico en los laboratorios durante décadas, y el equipo de destilación que precedió a esta tecnología se remonta a milenios. Sin embargo, el equipo ahora se utiliza para fines que no se consideraron cuando el Sr. Buchi lo comercializó inicialmente.    

Soy un gran admirador de los relojes y veo muchos paralelismos entre la industria relojera suiza y el mercado de los evaporadores rotativos. Cada año en Ginebra, el evento “relojes y maravillas” muestra las últimas innovaciones relojeras. Me parece increíble ver que todavía se están realizando mejoras en los relojes portátiles gracias a la invención del resorte real a principios del siglo XV. Y así como los casos de uso de los rotavapores han cambiado, también lo ha hecho el uso de los relojes. Los relojes portátiles se volvieron muy valiosos para los navegantes con el desarrollo del cronómetro marino en el siglo XVIII. Esta innovación fue fundamental para resolver el problema de determinar la longitud en el mar. De manera similar, la integración de bombas de vacío y controladores con evaporadores rotativos mejoró la eficiencia y la versatilidad, lo que permitió procesos más controlados y refinados adecuados para necesidades complejas de destilación en entornos industriales y de investigación. 

Artesanía personalizada

La integración también es importante en ambas industrias. Incluso los relojes simples que simplemente indican la hora requieren diferencias según el entorno en el que se utilizan. Hay relojes de buceo gruesos que pueden operar en las profundidades del mar, relojes de esfera grande para pilotos con números grandes para que puedan leerse fácilmente de un vistazo y relojes de vestir elegantes que son más delgados, por lo que caben debajo de un brazalete. De manera similar, en BUCHI contamos con Rotavapores® a prueba de explosiones con clasificación ATEX para entornos peligrosos e instrumentos con clasificación IP de gran valor en entornos polvorientos donde existe riesgo de deflagración. Ambas son unidades de evaporación pero están diseñadas exclusivamente para funcionar en diferentes entornos.

Por supuesto, además del medio ambiente, está la aplicación. Un piloto de carreras puede necesitar un reloj, no para registrar la hora del día sino el tiempo de una vuelta. Con el paso de los años se han ido incorporando más complicaciones para añadir más funcionalidad a los relojes. Uno de los aspectos más destacados de 'Relojes y maravillas' de este año fue la presentación por parte de Vacheron Constantin del reloj más complicado del mundo, Les Cabinotiers , que consta de 63 complicaciones y 2.877 componentes. A lo largo de los años, también se han agregado “complicaciones” a los rotavapores para aumentar su funcionalidad. La necesidad de evaporarse a volúmenes específicos llevó a instrumentos paralelos y a la adición de sensores de nivel y muchas otras características que mencioné en mi blog anterior.

La universalidad de la precisión

Irónicamente, los relojes son atemporales. Muchos relojes antiguos, con el mantenimiento adecuado, todavía funcionan y no desentonarían en una muñeca actual; no se puede decir lo mismo de la ropa. Como dijo Óscar Wilde, 

"¡La moda es simplemente una forma de fealdad tan absolutamente insoportable que tenemos que modificarla cada seis meses!"

Cuando la forma sigue a la función, los objetos resisten la prueba del tiempo. Muchos de mis colegas y yo siempre nos sorprendemos y nos alegramos cuando vemos que los viejos Rotavapores® de BUCHI todavía se utilizan. Algunos instrumentos de la década de 1970 todavía se utilizan en la actualidad. Por supuesto, los instrumentos modernos tienen más funciones, capacidades de automatización y similares, pero un instrumento más sencillo es ideal para tareas básicas y fines educativos. 

De hecho, cuando nos encontramos con instrumentos más antiguos, a menudo es en instituciones académicas que no tienen el presupuesto o los casos de uso que justifiquen la compra de los últimos instrumentos con funciones avanzadas. Un relojero en ciernes que quiera aprender la mecánica interna de un reloj no miraría el interior del inexplicablemente complejo funcionamiento de 'Les Cabinotiers'; comenzarían con un mecanismo simple para comprender los conceptos básicos. 

Volver a lo básico

Esta idea de volver a los fundamentos nos guió en el desarrollo del Rotavapor® R-80. Todos estos elegantes relojes inteligentes y sus complicaciones son geniales, pero a veces solo necesitas poder decir la hora. Este es el caso de muchos de nuestros clientes en instituciones académicas y laboratorios más pequeños. Por lo tanto, diseñamos este instrumento para que sea lo suficientemente pequeño como para caber en un laboratorio o aula abarrotada. La bañera se puede ajustar horizontalmente para facilitar su colocación. Para ahorrar aún más espacio, puedes rotar el instrumento como mejor te convenga; Luego, la interfaz se puede girar en la otra dirección para garantizar la legibilidad y el acceso directo, como el reloj de un piloto. Ya se ha comentado que la simplicidad del diseño del R-80 supone un gran beneficio para aplicaciones académicas. La naturaleza de caballo de batalla de un instrumento simple también es invaluable para los laboratorios de investigación preocupados por los precios que trabajan con tamaños de muestra más pequeños. Es posible que estos laboratorios no requieran el conjunto completo de funciones de automatización, pero se benefician de un instrumento que ocupa menos espacio y una aspiradora bien diseñada con un controlador digital. 

Precisión en cada giro

La calidad de cada componente es fundamental en la relojería suiza y en el diseño de evaporadores rotativos. Cada parte debe trabajar en conjunto con las demás, asegurando un equilibrio que conduzca a un rendimiento óptimo. Sin embargo, el diseño debe integrarse con el entorno donde se utilizará y la aplicación realizada. Cuando se logran estos principios, se obtienen herramientas verdaderamente eternas que resistirán la prueba del tiempo.

Texto extraído del Blog "Colorful Researchers" de BüCHI. Para ver el artículo completo haga click aquí